Etimologías grecolatinas del español
Constantes fundamentales del romanceamiento
Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación
A primera vista, las vocales latinas parecen una cosa sencilla: menos complicadas que las griegas, que se escriben con letras tan extrañas. Pero, si las observas con atención, verás que están llenas de pequeñas complejidades que resultan muy interesantes. Este recurso te permitirá conocer las vocales del latín y saber cómo evolucionaron y qué factores determinaron su evolución. Esperamos que te diviertas.
Al igual que el español, el latín distinguía las vocales por lugar de articulación (el lugar de la boca donde se produce el sonido), pero además las distinguía también por cantidad. Elige la categoría por la que quieras iniciar tu estudio:
De acuerdo con el lugar de articulación, el latín tenía 5 vocales (igual que el español). Toca las vocales para saber más.
De acuerdo con la cantidad (o duración), las vocales podían ser largas o breves. Toca las vocales para escuchar la diferencia.
Aunque en latín no se utilizaban estos símbolos, actualmente usamos una rayita curva llamada micron para distinguir las vocales breves y una rayita recta llamada macron para distinguir las vocales largas cuando es necesario marcar la diferencia.
Originalmente, la cantidad de las vocales servía, entre otras cosas, para distinguir los significados de las palabras. Fíjate en las vocales resaltadas y pon las palabras en el espacio correspondiente:
Para romancear una palabra, te será útil conocer el sistema de acentuación latino, porque los cambios que afectan a las vocales tónicas (acentuadas) pueden ser un poco distintos de los que afectan a las demás vocales. El latín no escribía el acento, pero eso no quiere decir que no lo tuviera. En los siguientes ejercicios, vamos a acentuar las palabras para mayor claridad. Te marcaremos la diferencia entre vocales largas y breves sólo cuando sea necesario. Tendrás que identificar las reglas por ti mismo.
Verás que esto es muy sencillo. Ante todo, intenta acomodar el acento en la vocal correcta. Toma el acento que está a la derecha y desplázalo sobre la barra hasta colocarlo sobre la vocal que crees que debe llevarlo:
Reconsidera tu respuesta y vuelve a la pregunta.
sédens (sentado)
sérpens (serpiente)
sérmo (sermón)
túrba (turba)
ámplus (amplio)
¡Así es!
Regla #1:
El latín no tiene palabras agudas.
Reconsidera tu respuesta. Observa en qué sílaba recayó el acento:
metālis (cónico)
opīmus (gordo)
sartāgo (sartén)
cumīnum (comino)
corōna (corona)
discréte (discretamente)
¡Eso es!
Regla #2:
Si la penúltima sílaba es larga, atraerá sobre ella el acento, y la palabra será grave.
¡Exacto!
Regla #3: si la penúltima sílaba es breve, la palabra será esdrújula.
Regla #4: no hay palabras sobreesdrújulas.
Observa bien: el acento nunca recayó sobre ella:
junípĕrus (junípero)
métrĭcus (métrico)
militárĭter (militarmente)
mirácŭlum (milagro)
serénĭtas (serenidad)
¡El latín no tiene palabras agudas! (Regla #1)
Todas las palabras latinas son graves, a menos que la penúltima sílaba sea breve, en cuyo caso, si tienen más de dos sílabas, se vuelven esdrújulas.
Te invitamos a ver este video para comprender cuáles son las reglas generales de la evolución de las vocales del latín al español. Se trata de tendencias generales. Para conocer los cambios específicos de las vocales tónicas y finales, consulta otros apartados de este mismo recurso.
Al considerar la evolución de las vocales de una palabra latina, debes tener en cuenta el lugar que ocupan en la palabra, pues eso también determinó los cambios que sufrieron. Toca la vocal tónica de la siguiente palabra para empezar a adentrarte en el tema:
A continuación verás cómo fue cambiando esta palabra. Pon especial atención a los cambios de las vocales. Si quieres conocer mejor los cambios de las consonantes, consulta el recurso “Las consonantes”.
Así llegamos a nuestra palabra comadreja. Como ves:
Te invitamos a conocer los cambios específicos que sufren las vocales tónicas y finales.
Las vocales tónicas siguen las reglas generales para la evolución de las vocales, que ya conoces, pero hay dos diferencias. En el video que muestra la evolución general de las vocales, aprendiste que la ĕ y la ŏ latinas se convertían en vocales abiertas y luego se asimilaban a la e y la o. Pues sucede que, cuando estas vocales son tónicas, se abren primero, pero luego se convierten en diptongos.
La i, al final de la palabra, se abrió hasta convertirse en e.
Las palabras terminadas en i en español suelen ser préstamos de otras lenguas. Rara vez tienen origen latino.
La u, al final de la palabra se abrió hasta convertirse en o.
Las palabras terminadas en u en español suelen ser préstamos de otras lenguas. Rara vez tienen origen latino.
En posición final, la e suele conservarse, pero hay algunas excepciones:
• se pierde después de t, d, n, l,
r, s
• se convierte en y cuando queda después de otra e: como en regem > rege > ree >rey.
La o en posición final es estable y se mantiene.
Como habrás podido ver, la a es la vocal más estable. Difícilmente cambia. En posición final, se mantiene tal cual.
A la hora de romancear, debes presta atención a cuatro conjuntos de vocales y diptongos que sufrieron cambios especiales. Descubre tú mismo cuáles fueron esos cambios relacionando las palabras latinas de la izquierda con sus formas castellanas de la derecha. Usa tu intuición.
Sistematiza la información. Llena los espacios:
Esos son los cambios específicos de estos conjuntos de vocales latinas.
ae pasa al español como ie, y ocasionalmente como eCometiste algunos errores. Fíjate bien en el cambio que sufrieron las vocales en cada caso.
¡Muy bien!
Ahora sistematiza tú la información. Llena los espacios: