Etimologías
Nociones de declinación y caso
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Ficha temática

ASIGNATURA: ETIMOLOGÍAS GRECOLATINAS DEL ESPAÑOL

SEGUNDA UNIDAD: ORIGEN Y ESTRUCTURA DEL ESPAÑOL

Aprendizajes esperados:

  • Estudio de los conceptos de declinación y caso.
Recurso educativo desarrollado para el plan de estudios de la ENP de la UNAM. Versión 1.0.0
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CRÉDITOS

Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación

  • Beatriz Rosales Rodríguez Desarrollo de sistemas
  • Paula Abramo Tostado Diseño didáctico
  • María Antonieta Carrasco Espinosa Cristina Salgado Ceballos Diseño gráfico
  • Mario Alberto Hernández Mayorga Coordinación del desarrollo
  • Teresa Vázquez Mantecón Coordinación del proyecto

Bibliografía

  • Carcopino, Jérôme. 1990. Roma no apogeu do império. São Paulo: Companhia das Letras / Círculo do Livro
  • Henry George Lidell, Robert Scott. 1940. A Greek-English Lexicon. Oxford: Clarendon Press. (Recurso online: http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus:text:1999.04.0057/)
  • Irmãos Maristas. 1961. Gramática latina. São Paulo. Editora do Brasil S/A.
  • Jenofonte. 1993. Recuerdos de Sócrates, Económico, Banquete, Apología de Sócrates. Madrid: Gredos.
  • Juvenal y Persio. 1991. Sátiras. Madrid: Gredos.
  • Lewis, Charlton T. y Short, Charles. 1879. A Latin Dictionary. Oxford. Clarendon Press. (Recurso online: http://www.perseus.tufts.edu/hopper/resolveform?type=exact&lookup=domus&lang=la)
  • Rojas, Álvares, Lourdes. 1998. (año). Lecturas áticas. Iniciación a la filología griega I. México. UNAM.
  • Tapia Zúñiga, Pedro. 1994. Lecturas áticas. Iniciación a la filología griega I. México: UNAM.
Menú Bibliografía

¡Bienvenido!

Seguramente has oído una y otra vez que el griego y el latín tienen declinaciones, porque son lenguas de flexión, en las que algunas palabras cambian de forma según el papel que desempeñan en la oración, es decir, según el caso en el que se encuentren.

También has de haber oído en clase que para obtener las raíces griegas y latinas debes conocer el nominativo y el genitivo de las palabras. ¿Qué quiere decir todo esto? Aquí lo comprenderás mejor.

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Introducción

La noción de declinación (griega o latina) está estrechamente vinculada con la noción de función sintáctica. ¿Qué es una función sintáctica? Es el papel que una palabra desempeña dentro de la oración. Las funciones sintácticas que un nombre puede desempeñar en español son muy similares a las que puede desempeñar en griego y latín.

Antes de empezar

Te sugerimos analizar algunas oraciones en español para descubrir cuáles son las funciones sintácticas de los nombres en nuestra lengua.

Nociones de declinación y caso

Si ya sabes cuáles son las funciones sintácticas, descubre qué son las declinaciones y los casos en griego y latín.

Bajo el término nombre incluimos los sustantivos y adjetivos.

Análisis sintáctico de oraciones en español

A continuación te presentamos algunos trabalenguas que te servirán para practicar el análisis sintáctico de las oraciones en español. A través del análisis sintáctico, lo que harás será señalar qué papel (qué función sintáctica) desempeñan las palabras en la oración. ¡No te trabes!

Selecciona en el trabalenguas la función sintáctica que se te indique. Si sólo quieres seleccionar una palabra presiónala dos veces. Si quieres seleccionar más de una palabra oprime una vez la primera y otra vez la última. Después presiona revisar:

sujeto objeto directo complemento circunstancial
Tres tristes tigres tragan trigo en un trigal.
sujeto complemento adnominal objeto indirecto complemento circunstancial
Junto al junco del juncal se juntaron los jumentos.
sujeto objeto indirecto objeto directo
A la pata metió el pato la pata
¡Muy bien! La respuesta a la pregunta ¿quién traga trigo en un trigal? es: tres tristes tigres. Ése es el sujeto de la oración.
¡Error! Recuerda que el sujeto es el que se encuentra cuando te preguntas ¿quién? ¿Quién traga trigo en un trigal?
¡Algo te falta aquí! Es probable que la(s) palabra(s) que seleccionaste no estén solas. Quizá tengan modificadores (adjetivos, por ejemplo). Quizá sean modificadores de otras palabras que no contemplaste. Responde a la pregunta: ¿quién traga trigo?
¡Muy bien! Los tigres tragan trigo. A la pregunta ¿qué tragan los tigres? respondes: trigo. Ése es el objeto directo.
¡Error! Recuerda que el objeto directo responde a la pregunta ¿qué? ¿Qué tragan los tigres?
¡Los tigres sólo tragan una cosa! No te compliques y selecciona sólo eso. ¿Qué tragan los tigres?
¡Perfecto! A la pregunta ¿dónde tragan trigo los tigres? respondes: en un trigal. Ése es el complemento circunstancial.
¡Error! El complemento circunstancial es el que se encuentra respondiendo a las preguntas ¿cuándo? ¿cómo? ¿dónde? ¿Cuándo, cómo o dónde tragan trigo los tigres?
Casi. Ésa es una parte del complemento circunstancial, pero algo te falta. Aquí el complemento está compuesto por una preposición, un artículo indefinido y un sustantivo.
¡Muy bien! La respuesta a la pregunta ¿quién se juntó? es: los jumentos. Ése es el sujeto de la oración.
¡Error! Recuerda que el sujeto es el que se encuentra cuando te preguntas ¿quién? ¿Quién se juntó?
No seleccionaste todo el sujeto. A la pregunta ¿quiénes se juntaron? respondes con... ¡un artículo y un sustantivo! Encuéntralos.
¡Muy bien! El junco era del juncal. Como ves, el complemento adnominal depende directamente de otro nombre (aquí, junco) y no del verbo.
¡Error! El complemento adnominal se descubre respondiendo a la pregunta ¿de quién? ¿De quién era el junco?
Algo te falta, en este caso el complemento adnominal está conformado por una preposición (contraída con un artículo) y un sustantivo. Hállalos respondiendo a la pregunta: ¿de quién o de qué eran los juncos?
¡Muy bien! La respuesta a la pregunta ¿a quién juntaron los jumentos? es “a sí mismos” o sea, se. Los jumentos se juntaron (a sí mismos).
¡Error! El objeto indirecto se obtiene preguntando ¿a quién? o ¿para quién? ¿A quién juntaron los jumentos?
Si andas un poco perdido, recuerda que algunos verbos son reflexivos: esto quiere decir que la acción del sujeto (aquí la acción de juntar) vuelve sobre el mismo sujeto: Los jumentos se juntan a sí mismos. ¿Dónde crees que esté ese objeto indirecto en la oración?
¡Perfecto! A la pregunta ¿dónde se juntaron los jumentos? respondes: Junto al junco. Ése es el complemento circunstancial.
¡Error! El complemento circunstancial es el que se encuentra respondiendo a las preguntas ¿cuándo? ¿cómo? ¿dónde? ¿Cuándo, cómo o dónde se juntaron los jumentos?
El complemento circunstancial aquí responde a la pregunta ¿dónde se juntaron los jumentos? La respuesta correcta está conformada por tres palabras. Pista: no incluyas “del juncal” en tu respuesta.
¡Muy bien! La respuesta a la pregunta ¿quién metió la pata? es: el pato. Ése es el sujeto de la oración.
¡Error! Recuerda que el sujeto es el que se encuentra cuando te preguntas ¿quién? ¿Quién metió la pata?
El sujeto se obtiene preguntando ¿quién? ¿Quién metió la pata? Selecciona toda la respuesta a esta pregunta. Está conformada por un artículo y un sustantivo.
¡Muy bien! La respuesta a la pregunta ¿a quién le metió la pata el pato? es a la pata. Esas tres palabras conforman el objeto indirecto.
¡Error! El objeto indirecto se obtiene preguntando ¿a quién? o ¿para quién? ¿A quién metió el pato la pata?
El objeto indirecto se encuentra respondiendo a la pregunta ¿a quién o para quién? ¿a quién le metió la pata el pato? Pista: debes seleccionar tres palabras: una preposición, un artículo y un sustantivo.
¡Perfecto! A la pregunta ¿qué le metió el pato a la pata? respondes: la pata. Ése es el objeto directo.
¡Error! El objeto directo se encuentra respondiendo a la pregunta ¿qué? ¿qué le metió el pato a la pata?
Ojo, el objeto directo responde a la pregunta ¿qué le metió el pato a la pata? Aquí está conformado por dos palabras.
No has seleccionado nada.
continuar
¡Muy bien! Hiciste un análisis sintáctico correcto del trabalenguas:
Tres tristes tigres tragan trigo en un trigal.
sujeto núcleo del predicado objeto
directo
complemento circunstancial
sujeto predicado
¡Perfecto! Hiciste un análisis sintáctico correcto del trabalenguas:
Junto al junco del juncal se juntaron los jumentos.
complemento circunstancial complemento adnominal objeto
indirecto
núcleo del predicado sujeto
predicado sujeto
Muy bien. Has concluido correctamente el análisis sintáctico de este trabalenguas:
A la pata metió el pato la pata.
objeto indirecto núcleo del predicado sujeto objeto directo
Esta oración no sigue el orden más frecuente de las oraciones en nuestra lengua (sujeto, verbo, predicado), aunque no por ello es incorrecta. Si la ordenáramos como dicta la costumbre, quedaría así:
El pato metió la pata a la pata.
sujeto núcleo del predicado objeto
directo
objeto
indirecto
sujeto predicado
En realidad esta es una adaptación del trabalenguas: El pato le dijo a la pata. Pata pa' ti traigo patas arriba la pata de un pato patón. Patón patilargo, patón como tú. Le tiró la pata el pato a la pata y la pata cogió al pobre pato a pata.
revisar
conclusiones

Conclusiones

Los nombres, en español, pueden desempeñar distintas funciones sintácticas dependiendo de la relación que guarden con el verbo o con otros nombres:

Sujeto

Complemento adnominal

Objeto indirecto

Objeto directo

Sujeto exclamado

Complemento circunstancial

Presiona cada término para ver su definición.

El sujeto es el que desempeña la acción del verbo. Se encuentra haciendo la pregunta "¿Quién [+ el verbo]?"

El complemento adnominal hace referencia a un nombre y va introducido por la preposición "de". Suele indicar origen, pertenencia, materia o propiedad. Se encuentra haciendo la pregunta "¿De qué?" o "¿De quién?" (a veces también "¿De dónde?").

El objeto indirecto señala a la persona o cosa que recibe el beneficio o el daño de la acción del verbo. Se encuentra haciendo la pregunta "¿A quién [más el verbo]?" o "¿Para quién [más el verbo]"?

El objeto directo es la persona o cosa sobre la que recae la acción del verbo. Se encuentra haciendo la pregunta "¿Qué [más el verbo]?"

El sujeto exclamado es la persona a la que se llama o invoca. Si decimos "Oye, Luis" o "¡Hola, Luis!" o "Luis, mira lo que me encontré", la palabra "Luis" está cumpliendo la función de sujeto exclamado. (Ojo: en español, el sujeto exclamado siempre debe ir antecedido o precedido por coma.)

El complemento circunstancial es la función sintáctica que indica las circunstancias de modo, tiempo y lugar (también de cantidad, causa o finalidad). Se obtiene haciendo la pregunta "Cuándo [más el verbo]?" "¿Cómo [más el verbo]?" o "¿Dónde [más el verbo]?"

Saber esto te ayudará a comprender las nociones de caso y declinación en griego y en latín.

Nociones de declinación y caso

A la entrada de algunas casas romanas, los propietarios, temerosos y amenazantes, colocaban un letrero (a veces elaborado con mosaico) que decía “cave canem” (“cuidado con el perro”). Como ves, los romanos, para ciertas cosas, no eran tan distintos a nosotros.

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En el siguiente texto, la palabra "perro" aparece una y otra vez, cumpliendo diversas funciones sintácticas. Tócala cada vez que te la encuentres para ver qué función desempeña en español.

Toca la palabra perro cada vez que aparezca para ver cómo se escribiría en latín.

Toca la palabra perro cada vez que aparezca para ver cómo se escribiría en griego.

Un perro callejero paseaba por la calle con un perro doméstico. Al dar la vuelta a la esquina, vieron a lo lejos otro perro, flaco y sucio, que al parecer buscaba a su amo. – ¡Oye, perro! –dijo el perro doméstico al perro desconocido– ¿Por qué vas por la vida dando un espectáculo tan lastimoso? ¡La existencia de todo perro debe ser digna y hermosa! ¿Estás buscando a tu amo? – ¡Yo no busco amos! –respondió el perro flaco–. Mi amo me obligaba morder a todo el que pisara su casa sin permiso. Y yo soy pacífico. Ando en busca de otros perros. ¡Siempre he querido ser parte de una manada de perros callejeros! Súbitamente el perro callejero, que había estado callado hasta entonces, moviendo la cola y dando brincos, dio la bienvenida al perro flaco y lo llevó a vivir una vida libre, entre otros perros de la calle.

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SUJETO: ¿quién paseaba?

canis

κύων

COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL DE COMPAÑÍA: ¿con quién paseaba?

cane

κυνί

OBJETO DIRECTO: ¿qué vieron?

canem

κύνα

SUJETO EXCLAMADO

canis

κύον

SUJETO: ¿quién dijo?

canis

κύων

OBJETO INDIRECTO: ¿a quién le dijo?

cani

κυνί

COMPLEMENTO ADNOMINAL: ¿la existencia de quién?

canis

κυνός

SUJETO: ¿quién respondió?

canis

κύων

COMPLEMENTO ADNOMINAL: ¿En busca de quiénes?

canum

κυνῶν

COMPLEMENTO ADNOMINAL: ¿una manada de qué?

canum

κυνῶν

SUJETO: ¿quién dio la bienvenida?

canis

κύων

OBJETO INDIRECTO: ¿a quién dio la bienvenida?

cani

κυνί

COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL DE COMPAÑÍA: ¿con quiénes lo llevó a vivir?

canibus

κυσί

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¡Muy bien! Ahora observa esto: ¡la palabra perro no cambia de forma según su función sintáctica! En español, los nombres sólo cambian de forma dependiendo del número (puede haber un perro o varios perros) o del género (hay perros y perras). Pero esos cambios no tienen que ver con la función sintáctica del nombre dentro de la oración.
¡Un momento! ¿Qué pasa aquí? Pues que la palabra latina para perro se declina, es decir, no sólo cambia de forma según el número y el género, sino que cambia de forma según la función sintáctica que desempeñe en la oración. Quizá esto te parezca raro, pero es así como funcionan las lenguas de flexión, y el latín es una de ellas. Familiarizarte con el concepto de declinación, enunciado y caso te servirá para obtener las raíces de las palabras latinas, que son fundamentales para esta materia.
¿Qué tal? La palabra griega para perro se declina, es decir, no sólo cambia de forma según el género y el número, sino que cambia de forma según la función sintáctica que desempeñe en la oración. No dejes que esto te asuste. Relájate y familiarízate con los conceptos de declinación, enunciado y caso. Verás que cuando entiendas un poco mejor todo esto podrás obtener fácilmente las raíces griegas.

Si ya sabes que los nombres griegos y latinos cambian de forma dependiendo de su función sintáctica, te será fácil comprender qué es una declinación.

Una declinación es la lista de formas que asume un nombre para desempeñar las diversas funciones sintácticas dentro de la oración. Cada una de esas formas, asociada a una función sintáctica, se llama caso.

Presiona las palabras en latín para ver su traducción.

Función sintáctica Caso Singular Plural
sujeto NOMINATIVO canis el perro canes los perros
complemento adnominal GENITIVO canis del perro canum de los perros
objeto indirecto DATIVO cani para el / al perro canibus para los / a los perros
objeto directo ACUSATIVO canem el / al perro canes los / a los perros
sujeto exclamado VOCATIVO canis ¡perro! canes ¡perros!
complemento circunstancial ABLATIVO cane con / en el perro canibus con / en los perros

Presiona las palabras en griego para ver su traducción.

Función sintáctica Caso Singular Plural
sujeto NOMINATIVO κύων el perro κύνες los perros
complemento adnominal GENITIVO κυνός del perro κυνῶν de los perros
objeto indirecto DATIVO κυνί para / con / en / al perro κυσί para / con / en / a los perros
objeto directo ACUSATIVO κύνα el / al perro κύνας los / a los perros
sujeto exclamado VOCATIVO κύον ¡perro! κύνες ¡perros!

Ahora que sabes qué son las declinaciones y los casos, puedes asimilar un poco más de información.

El griego tiene tres declinaciones, es decir, tres modelos distintos para declinar los nombres. Cada nombre pertenece a una de las tres declinaciones. Cada declinación tiene terminaciones específicas para los casos Algunas declinaciones pueden tener terminaciones especiales de acuerdo con el género. El griego tiene tres géneros (masculino, femenino, neutro) y tres números (singular, plural y dual). En griego existen sólo cinco casos: nominativo, genitivo, dativo, acusativo y vocativo. La función de complemento circunstancial se repite entre el genitivo, el dativo y el acusativo.

El latín tiene cinco declinaciones. Cada nombre latino pertenece a una de las cinco declinaciones. En latín existen tres géneros (masculino, femenino, neutro) y dos números (singular y plural). Al igual que el griego, algunas declinaciones latinas tienen terminaciones especiales de acuerdo con el género. A diferencia del griego, el latín tiene un caso más que el griego (seis casos en total): nominativo, genitivo, dativo, acusativo, vocativo y ablativo.

Tanto para el latín como para el griego, el género, el número y el caso se conocen como accidentes gramaticales.

¿Cómo saber a qué declinación pertenece una palabra? ¡Muy sencillo! Buscándola en el diccionario. Tanto en griego como en latín, las declinaciones se reconocen por el genitivo. Los diccionarios de griego y latín siempre te darán el nominativo, el genitivo y te indicarán el género de la palabra. A esto se le llama enunciado.

El dual es un número gramatical distinto del singular y del plural. Hace referencia a pares de elementos. En realidad se usa poco en griego. No te preocupes por él ahora.

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Las declinaciones latinas

Primera Segunda Tercera Cuarta Quinta
masc./fem. masc./fem. neutr. masc./fem. neutr. masc./fem. neutr. masc./fem.
singular
Nom. rima amicus somnium urbs caput raptus cornu res
Gen.* rimae amici somnii urbis capitis raptus cornus rei
Dat. rimae amico somnio urbi capiti rapti cornu rei
Acus. rimam amicum somnium urbem caput raptum cornu rem
Voc. rima amice somnium urbs caput raptus cornu res
Ablat. rima amico somnio urbe capite raptu cornu re
plural
Nom. rimae amici somnia urbes capita raptus cornua res
Gen. rimarum amicorum somniorum urbium capitum raptuum cornuum rerum
Dat. rimis amicis somniis urbibus capitibus raptibus cornibus rebus
Acus. rimas amicos somnia urbes capita raptus cornua res
Voc. rimae amici somnia urbes capita raptus cornua res
Ablat. rimis amicis somniis urbibus capitibus raptibus cornibus rebus
SIGNIFICADO CUARTEADURA AMIGO SUEÑO CIUDAD CABEZA RAPIÑA CUERNO COSA

*Del genitivo singular se obtiene la raíz de la palabra.

Las declinaciones latinas

En lo que respecta a las declinaciones, latinas, para efectos de esta materia, sólo tienes que fijarte en tres formas:

  • El nominativo.
  • El genitivo (porque de él se saca la raíz e identificándolo sabrás a qué declinación pertenece una palabra).
  • El acusativo (porque de los acusativos latinos provienen nuestras palabras en español).
Primera Segunda Tercera Cuarta Quinta
masc./fem. masc./fem. neutr. masc./fem. neutr. masc./fem. neutr. masc./fem.
singular
Nom. rima amicus somnium urbs caput raptus cornu res
Gen. rimae amici somnii urbis capitis raptus cornus rei
Acus. rimam amicum somnium urbem caput raptum cornu rem
¿Demasiada información? Resumamos un poco
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Las declinaciones griegas

Primera declinación Segunda declinación Tercera declinación
Casos femenino masculino masculino/femenino neutro masculino/femenino neutro
singular
Nom. ταμία ταμίας οἶκος συμπόσιον γυνή γάλα
Gen.* ταμίας ταμίου οἴκου συμποσίου γυναικός γάλακτος
Dat. ταμίᾳ ταμίᾳ οἴκῳ συμποσίῳ γυναικί γάλακτι
Acus. ταμίαν ταμίαν οἶκον συμπόσιον γυναῖκα γάλα
Voc. ταμία ταμία οἶκε συμπόσιον γύναι γάλα
plural
Nom. ταμίαι ταμίαι οἶκοι συμπόσια γυναῖκες γάλακτα
Gen. ταμιῶν ταμιῶν οἴκων συμποσίων γυναικῶν γαλάκτων
Dat. ταμίαις ταμίαις οἴκοις συμποσίοις γυναιξί γάλαξι
Acus. ταμίας ταμίας οἴκους συμπόσια γυναῖκας γάλακτα
Voc. ταμίαι ταμίαι οἶκοι συμπόσια γυναῖκες γάλακτα
TRAD. AMA DE LLAVES MAYORDOMO CASA BANQUETE MUJER LECHE

*Del genitivo singular se obtiene la raíz de la palabra.

Las declinaciones griegas

En lo que respecta a las declinaciones, griegas, sólo tienes que fijarte en dos formas:

  • El nominativo.
  • El genitivo (porque de él se saca la raíz y a partir de sus terminaciones podrás identificar a qué declinación pertenece una palabra).
Primera declinación Segunda declinación Tercera declinación
Casos femenino masculino masculino/femenino neutro masculino/femenino neutro
singular
Nom. ταμία ταμίας οἶκος συμπόσιον γυνή γάλα
Gen. ταμίας ταμίου οἴκου συμποσίου γυναικός γάλακτος
¿Demasiada información? Resumamos un poco

Te invitamos a dar un paseo por algunos aspectos de la vida cotidiana en las ciudades y campos griegos y romanos.

Tendrás que desempeñar algunas labores de todos los días, pero ¡cuidado! Si no pones atención, podrás hacerlo todo al revés.

Uno de los aspectos más fascinantes de cualquier cultura es la vida cotidiana de quienes pertenecen a ella. Es posible que sepas que los griegos eran grandes filósofos, poetas e historiadores, pero ¿Sabes qué hacían al despertar todas las mañanas? ¿De qué vivían? ¿Cómo y qué comían? ¿Cómo eran sus fiestas?.

Te invitamos a dar un paseo por el mundo griego. Serás un ciudadano ateniense común y corriente. Para que estés en condiciones de enfrentar el mundo antiguo, te sugerimos que calientes un poco. Repasa la teoría resolviendo algunas actividades y cuestionarios antes de dar los primeros pasos.

Relaciona los casos con la función sintáctica que les corresponde:

CASO

nominativo
genitivo
dativo
acusativo
vocativo

FUNCIÓN
SINTÁCTICA
EJEMPLO GRIEGO
(singular y plural)
TRADUCCIÓN DEL EJEMPLO GRIEGO

sujeto ὁ αὐλός
οἱ αὐλοί
la flauta
las flautas
complemento adnominal τοῦ αὐλοῦ
τῶν αὐλῶν
de la flauta
de las flautas
objeto
indirecto
τῷ αὐλῷ
τοῖς αὐλοῖς
para la flauta
para las flautas
objeto
directo
τὸν αὐλόν
τοὺς αὐλούς
(a) la flauta
(a) las flautas
sujeto
exclamado
ὦ αὐλέ
ὦ αὐλοί
¡oh, flauta!
¡oh, flautas!

¡Vas muy bien!

avanzar

Responde a las siguientes preguntas (presiona la opción que consideres correcta):

1. ¿Por qué decimos que el griego es una lengua de flexión?

2. ¿Qué es "declinar un nombre"?

3. ¿Qué es un caso?

4. ¿Cuántos y cuáles casos tiene el griego?

5. ¿Qué es un accidente gramatical?

6. ¿Cuáles son los accidentes gramaticales de los nombres griegos?

7. ¿Cuáles son los accidentes gramaticales de los verbos?

8. ¿Cuántos y cuáles números tiene el griego?

9. ¿Cuántos y cuáles géneros tiene el griego?

10. ¿Cuántas declinaciones tiene el griego?

11. ¿Por qué es importante conocer el genitivo singular griego?

¡Muy bien!
No, esa sería la definición de una lengua analítica.
Si respondiste esto, estás medio perdido. Te sugerimos que repases este objeto desde el principio.
No, eso sería hacer un análisis morfológico.
¡Exactamente!
No. Recuerda que los que se conjugan son los verbos, no los nombres.
¡Muy bien!
No, eso sería otro accidente gramatical: el número.
No, eso sería otro accidente gramatical: el género.
¡Ups! Te equivocaste, pero tampoco estás delirando. El locativo existía en el indoeuropeo. Era un caso que equivalía a la función sintáctica específica de complemento circunstancial de lugar. Pero se perdió con el tiempo y, en griego, esa función (entre otras) fue asumida por el dativo.
No. El ablativo no existe en griego. En latín sí, y expresa la función de complemento circunstancial. En el griego esa función está repartida entre el genitivo, el dativo y el acusativo, acompañados por preposiciones.
¡Muy bien! El griego sólo tiene cinco casos. Uno menos que el latín. La función sintáctica de complemento circunstancial, que el latín expresa mediante el ablativo, se expresa en griego mediante los casos genitivo, dativo y acusativo, acompañados por preposiciones.
¡Muy bien!
No, eso sería, precisamente, una declinación.
No, eso sería la conjugación de un verbo.
Muy bien. Tanto en griego como en latín, los nombres (adjetivos y sustantivos) tienen estos tres accidentes gramaticales.
No. El tiempo es un accidente gramatical propio de los verbos, no de los nombres. ¿Cómo pondrías el sustantivo "casa" en pasado?
¡Ups! Pon atención. La persona (yo, tú, él, nosotros, ustedes, ellos) es un accidente gramatical propio de los verbos (y de algunos poquísimos pronombres).
Esto es, más que incorrecto, impreciso. Los verbos no tienen casos. Sólo los participios griegos y latinos pueden declinarse, pero eso es porque morfológicamente, funcionan como adjetivos. No te preocupes mucho por esto. En general, considera que los verbos griegos no tienen caso.
Esto es, más que incorrecto, impreciso. Los verbos no tienen géneros. Sólo los participios griegos y latinos pueden estar en masculino, femenino o neutro, pero eso es porque morfológicamente, funcionan como adjetivos. No te preocupes mucho por esto. En general, considera que los verbos griegos no tienen género.
¡Exacto! Estos son los accidentes gramaticales de los verbos griegos.
Eso sería en latín o en español. El griego tiene más números, por extraño que pueda parecerte.
¡Eso es! Aunque te parezca extraño, el griego tiene un número llamado dual. Es el número que se utiliza para hacer referencia a pares de elementos. No te preocupes por él, pues para efectos de esta materia no suele considerarse (y los mismos griegos de la época clásica lo usaban poco). Sólo es bueno que sepas que existe.
¡Te fuiste muy lejos! Sólo algunas pocas lenguas de Nueva Guinea tienen el número trial (que se refiere a conjuntos de tres elementos).
Eso es en español. El griego tiene más géneros.
¡Muy bien! Al igual que el latín, el griego tiene tres géneros.
¡Ups! El género mixto no existe. ¡Quizá te convenga ponerte a estudiar!
¡Eso es! El griego sólo tiene tres declinaciones.
No. Andas medio perdido. ¡Repasa un poco antes de aventurarte en el mundo griego!
Te estás confundiendo con el latín. El latín sí que tiene cinco declinaciones. Pero en griego son menos.
No, el caso del sujeto es el nominativo.
Exacto. Quitándole la terminación al genitivo singular de los sustantivos y adjetivos griegos, obtienes su raíz, a partir de la cual se forman los otros casos, así como las palabras compuestas y derivadas. Es importante que sepas reconocer los genitivos de las tres declinaciones.
No. El caso que expresa la función de objeto indirecto es el dativo.
siguiente

¡Muy bien!

¿Estás listo para enfrentarte con el mundo griego?

¡Que disfrutes el paseo!

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Estás a punto de visitar una casa griega de una familia acomodada de la Atenas clásica y de conocer algunas de las actividades que desempeñaba en ella la mujer.

En la Grecia clásica, al igual que a lo largo de la mayor parte de la historia, la situación de la mujer estaba marcada por una enorme opresión. Una mujer griega se casaba antes de los quince años y se consideraba mejor partido cuanto más inocente fuera. Así, los maridos podían "educarlas" a su modo. Según el gran gobernante Pericles (495-429 a. C.) lo mejor para una mujer griega era que no se hablara de ella ni para bien ni para mal. Y, de preferencia, ella tampoco debía hablar mucho.

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¡Recuerda cómo funcionan las declinaciones griegas! Toca las palabras griegas para ver sus traducciones y luego vuelve al ejercicio para practicarlas.

Función sintáctica Caso Singular Plural
sujeto NOMINATIVO κύων el perro κύνες los perros
complemento adnominal GENITIVO κυνός del perro κυνῶν de los perros
objeto indirecto DATIVO κυνί para / con / en / al perro κυσί para / con / en / a los perros
objeto directo ACUSATIVO κύνα el / al perro κύνας los / a los perros
sujeto exclamado VOCATIVO κύον ¡perro! κύνες ¡perros!
Continuar
mujer casa ama de llaves amo higos hombre panes mujeres esclavos paseo
¡Hola, mujer () ! ¿Cómo amaneciste? La vida en las ciudades griegas empieza temprano, así que más vale que madrugues un poco. Lo primero que tienes que hacer, al levantarte, es pasar revista a los esclavos.
Una casa () griega rica está conformada por la familia de los amos, más los esclavos. Del término griego para "casa" (οἶκος) derivan nuestros términos economía y ecología.
Como eres una mujer griega acomodada, tienes un ama de llaves () que te ayudará a supervisar las tareas de los esclavos.
Pero no por ello debes permanecer ociosa (eso está muy mal visto en la cultura griega). Tu labor principal es la de administrar los bienes del amo () de la casa, tu marido.
Esta tarde, cuando él llegue del campo, traerá trigo, aceite de oliva, vino e higos (). Todo griego acomodado tiene sus parcelas de tierra y, mientras la mujer cuida de la casa, él cuida del campo y atiende asuntos políticos y legales en la ciudad.
Tú tendrás que ver que los almacenen correctamente en su lugar: el trigo en las habitaciones secas, y el vino y los higos en las más frescas. Toda buena casa griega tiene varios espacios de almacenamiento y es una unidad más o menos autosuficiente. Mantener el orden es muy importante para complacer al hombre () de la casa.
No está bien visto que las mujeres salgan mucho a la calle, así que, si quieres mantenerte en forma, será mejor que lo hagas ayudando a las esclavas en las tareas domésticas. ¡Dobla las mantas y muele el trigo y la cebada para hacer harina! Quizá te distraiga un poco participar en la elaboración de los panes ().
En una casa griega, las mujeres () hilan la lana y tejen la ropa para toda la familia, incluidos los esclavos.
Si quieres ser una mujer ideal, debes encargarte de que todos estén sanos y bien vestidos. No olvides curar a los esclavos () cuando se enfermen.
Cuando anochece, todos se van a sus habitaciones. Hombres y mujeres duermen separados. Las mujeres tienen un ala de la casa dedicada especialmente para ellas, que se conoce como gineceo. Allí no sólo duermen, sino que realizan parte de sus actividades diarias. Esperamos que hayas resistido el paseo ().
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Elige la opción correcta de la tabla para la palabra marcada en lila. Fíjate en la función sintáctica y en el número de la palabra en español. Toca la flecha para ver a qué función corresponden los casos.
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γυνή, γυναικός, ἡ = mujer
sustantivo femenino
tercera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto γυνή γυναῖκες
genitivo Complemento adnominal γυναικός γυναικῶν
dativo Objeto indirecto γυναικί γυναιξί
acusativo Objeto directo γυναῖκα γυναῖκας
vocativo Sujeto exclamado γύναι γυναῖκες
οἶκος, ου, ὁ = casa
sustantivo masculino
segunda declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto οἶκος οἶκοι
genitivo Complemento adnominal οἴκου οἴκων
dativo Objeto indirecto οἴκῳ οἴκοις
acusativo Objeto directo οἶκον οἴκους
vocativo Sujeto exclamado οἶκε οἶκοι
ταμία, ας, ἡ = ama de llaves
sustantivo femenino
primera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto ταμία ταμίαι
genitivo Complemento adnominal ταμίας ταμιῶν
dativo Objeto indirecto ταμίᾳ ταμίαις
acusativo Objeto directo ταμίαν ταμίας
vocativo Sujeto exclamado ταμία ταμίαι
δεσπότης, ου,ὁ = amo, señor
sustantivo masculino
primera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto δεσπότης δέσποται
genitivo Complemento adnominal δεσπότου δεσποτῶν
dativo Objeto indirecto δεσπότῃ δεσπόταις
acusativo Objeto directo δεσπότην δεσπότας
vocativo Sujeto exclamado δέσποτα δέσποται
σῦκον, ου, τό = higo
sustantivo neutro
segunda declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto σῦκον σῦκα
genitivo Complemento adnominal σύκου σύκων
dativo Objeto indirecto σύκῷ σύκοις
acusativo Objeto directo σῦκον σῦκα
vocativo Sujeto exclamado σῦκον σῦκα
ἀνήρ, ἀνδρός, ὁ = hombre, varón
sustantivo masculino
tercera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto ἀνήρ ἄνδρες
genitivo Complemento adnominal ἀνδρός ἀνδρῶν
dativo Objeto indirecto ἀνδρί ἀνδράσι
acusativo Objeto directo ἄνερ ἄνδρας
vocativo Sujeto exclamado ἄνδρα ἄνδρες
μάζα, ης, ἡ = pan (de cebada)
sustantivo femenino
primera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto μάζα μάζαι
genitivo Complemento adnominal μάζης μαζῶν
dativo Objeto indirecto μάζῃ μάζαις
acusativo Objeto directo μάζαν μάζας
vocativo Sujeto exclamado μάζα μάζαι
γυνή, γυναικός, ἡ = mujer
sustantivo femenino
tercera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto γυνή γυναῖκες
genitivo Complemento adnominal γυναικός γυναικῶν
dativo Objeto indirecto γυναικί γυναιξί
acusativo Objeto directo γυναῖκα γυναῖκας
vocativo Sujeto exclamado γύναι γυναῖκες
δοῦλος, ου, ὁ = esclavo
sustantivo masculino
segunda declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto δοῦλος δοῦλοι
genitivo Complemento adnominal δούλου δούλων
dativo Objeto indirecto δούλῳ δούλοις
acusativo Objeto directo δοῦλον δούλους
vocativo Sujeto exclamado δοῦλε δοῦλοι
περίπατος, ου, ὁ = paseo
sustantivo masculino
segunda declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto περίπατος περίπατοι
genitivo Complemento adnominal περιπάτου περιπάτων
dativo Objeto indirecto περιπάτῳ περιπάτοις
acusativo Objeto directo περίπατον περιπάτους
vocativo Sujeto exclamado περίπατε περίπατοι
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¡Felicidades!

Resististe a un día de vida como una mujer de la Atenas Clásica. Como ves, las mujeres griegas vivían en un ambiente de reclusión, sometidas al hombre de la casa. Las mujeres atenienses no se consideraban ciudadanas, no tenían derecho a voto ni podían heredar.

Si quieres saber más sobre este tema, te recomendamos la lectura de un diálogo del ateniense Jenfonte (431-354 a. C.), titulado Económico, que es una de las principales fuentes para conocer la vida cotidiana de este período de la historia ateniense.

Bienvenido a una de las reuniones predilectas de los griegos: ¡el banquete! En griego, banquete se dice συμπόσιον, y de ahí deriva nuestra palabra "simposio". El término griego es una palabra compuesta de σύν (con) y ποτός (bebida). Un simposio era originalmente una "reunión de bebedores". ¡Nada que ver con el significado actual del término! Cuando una palabra sufre un cambio de significado, como éste, se dice que sufrió un cambio semántico.

Los griegos disfrutaban mucho los banquetes. Era bien visto quien los ofrecía, sobre todo si era generoso y gastaba mucho dinero en ellos. Había banquetes cívicos, vinculados con grandes sacrificios (de reses) para agradecer las victorias militares, banquetes familiares, banquetes entre grupos de amigos, banquetes para celebrar la victoria de poetas o atletas, banquetes para dar la bienvenida o despedir a alguien... Cualquier pretexto era bueno.

Los banquetes griegos eran fiestas exclusivamente masculinas. Las únicas mujeres que podían participar en ellos eran las cortesanas o las bailarinas.

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socrates triclinios anfitrion banquete esclavos manos comensal perfumes filosofia poemas
¡Hola, Calias!. Este es un día feliz, porque tu amigo Autólico venció en la lucha libre. Vas a dar un banquete para festejar la victoria del muchacho. Terminada la competencia, sales del estadio y te encuentras con algunos amigos que están platicando por ahí. Entre ellos están Sócrates y varios otros. Invita a Sócrates () a tu banquete! Será un invitado de lujo, que elevará el nivel de las pláticas de sobremesa.
Ahora corre a tu casa. Los esclavos ya deben estar preparándolo todo. Debes contar los triclinios (), para que no falten lugares para los invitados. Recuerda que en los banquetes se usan triclinios, y no sillas. Los triclinios son una especie de divanes en los que los invitados se recuestan para comer en esa posición.
Cuando los invitados empiecen a llegar, saldrás a recibirlos a la puerta. Es lo que todo anfitrión () debe hacer.
Después de saludar a los invitados, condúcelos a los lugares que les hayas asignado. Sobre los triclinios ya deben estar servidos los primeros platos. Está por empezar la primera parte del banquete (), dedicada a la comida.
Estás desempeñando muy bien tu papel de anfitrión, pero ¡cuidado! antes de que los invitados empiecen a comer, deben lavarse las manos. Ordena a los esclavos () que hagan una ronda ofreciendo aguamaniles a los comensales.
Y ¡buen provecho! Servirás múltiples platos, que los invitados comerán con las manos, pues todavía no se han inventado los cubiertos, salvo el cuchillo. Si necesitas limpiarte las manos (), lo harás con el migajón del pan. Cuando terminen de comer, empezará la segunda parte de la fiesta, el verdadero banquete, centrado en la bebida y en las diversiones.
Antes de empezar la segunda parte de la fiesta, hay que elegir un "rey del banquete", que será el encargado de decidir en qué proporciones se mezcla el vino con el agua y las especias (los griegos rara vez beben el vino puro), y cuánto bebe cada comensal (). La idea es prolongar la borrachera y la alegría lo más posible.
No olvides, antes de empezar esta etapa, brindar primero por los dioses. Empezando por Dioniso, el dios del vino. Luego ya puede empezar la fiesta. ¡Que salgan las bailarinas! A tus comensales les encantará el hecho de que hayas contratado algunas bailarinas, músicos y acróbatas. Si quieres, también puedes regalar perfumes () a los comensales.
Si ofreces todo eso a tus invitados, quedarás como un gran anfitrión. A lo mejor tienes suerte y las elevadas charlas que Sócrates entable en tu sala se inmortalizan en la historia de la filosofía ().
¡Muy bien! La acróbata que saltaba a través de un aro ha causado furor. Has hecho un gran trabajo. Ahora vamos a dejarte libre, para que disfrutes la fiesta. Puedes bailar y cantar, declamar poemas (), hacer chistes procaces o adivinanzas, o jugar juegos de mesa. Estas son las actividades preferidas de los griegos en los banquetes. ¡Salud!
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Σωκράτης, ους, ὁ = Sócrates
sustantivo masculino
tercera declinación
caso función sintáctica singular
nominativo Sujeto Σωκράτης
genitivo Complemento adnominal Σωκράτους
dativo Objeto indirecto Σωκρἀτει
acusativo Objeto directo Σωκράτη
vocativo Sujeto exclamado Σώκρατες
κλίνη, ης, ἡ = lecho, triclinio
sustantivo femenino
primera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto κλίνη κλίναι
genitivo Complemento adnominal κλἰνης κλινῶν
dativo Objeto indirecto κλἰνῃ κλίναις
acusativo Objeto directo κλίνην κλίνας
vocativo Sujeto exclamado κλίνη κλίναι
δαιταλεύς, εως, ὁ = anfitrión
sustantivo masculino
tercera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto δαιταλεύς δαιταλεῖς
genitivo Complemento adnominal δαιταλέως δαιταλέων
dativo Objeto indirecto δαιταλεῖ δαιταλεῦσι
acusativo Objeto directo δαιταλέα δαιταλέας
vocativo Sujeto exclamado δαιταλεῦ δαιταλεῖς
συμπόσιον, ου, τό = banquete
sustantivo neutro
segunda declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto συμπόσιον συμπόσια
genitivo Complemento adnominal συμποσίου συμποσίων
dativo Objeto indirecto συμποσίῳ συμποσίοις
acusativo Objeto directo συμπόσιον συμπόσια
vocativo Sujeto exclamado συμπόσιον συμπόσια
δοῦλος, ου,ὁ = esclavo
sustantivo masculino
segunda declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto δοῦλος δοῦλοι
genitivo Complemento adnominal δούλου δούλων
dativo Objeto indirecto δούλῳ δούλοις
acusativo Objeto directo δοῦλον δούλους
vocativo Sujeto exclamado δοῦλε δοῦλοι
χείρ, χειρός, ἡ = mano
sustantivo femenino
tercera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto χείρ χεῖρες
genitivo Complemento adnominal χειρός χειρῶν
dativo Objeto indirecto χειρί χερσί
acusativo Objeto directo χεῖρα χεῖρας
vocativo Sujeto exclamado χείρ χεῖρες
σύνδειπνος, ου,ὁ = comensal
sustantivo masculino
segunda declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto σύνδειπνος σύνδειπνοι
genitivo Complemento adnominal συνδείπνου συνδείπνων
dativo Objeto indirecto συνδείπνῳ συνδείπνοις
acusativo Objeto directo σύνδειπνον συνδείπνους
vocativo Sujeto exclamado σύνδειπνε σύνδειπνοι
μύρον, ου, τό = bálsamo, perfume
sustantivo neutro
segunda declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto μύρον μύρα
genitivo Complemento adnominal μύρου μύρων
dativo Objeto indirecto μύρῳ μύροις
acusativo Objeto directo μύρον μύρα
vocativo Sujeto exclamado μύρον μύρα
φιλοσοφία, ας, ἡ = filosofía
sustantivo femenino
primera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto φιλοσοφία φιλοσοφίαι
genitivo Complemento adnominal φιλοσοφίας φιλοσοφιῶν
dativo Objeto indirecto φιλοσοφίᾳ φιλοσοφίαις
acusativo Objeto directo φιλοσοφίαν φιλοσοφίας
vocativo Sujeto exclamado φιλοσοφία φιλοσοφίαι
ποίημα, ατος, τό = obra, poema
sustantivo neutro
tercera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto ποίημα ποιήματα
genitivo Complemento adnominal ποιήματος ποιημάτων
dativo Objeto indirecto ποιήματι ποιήμασι
acusativo Objeto directo ποίημα ποιήματα
vocativo Sujeto exclamado ποίημα ποιήματα
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¡Sería interesante ver cómo amanecen tú y tu casa después de semejante fiesta!

Esperamos que el despertar te sea leve. En realidad, Calias y Autólico existieron, y este banquete, al que asistió Sócrates, lo narra Jenofonte (341-354 a. C.) en su diálogo titulado Banquete. Si realmente tuvo lugar, la fiesta debió ocurrir hacia el año 422 a. C.

El Banquete de Jenofonte pertenece a una forma literaria llamada literatura simposíaca, que describe o escenifica, bajo la forma de diálogos, las charlas y diversiones que tenían lugar en los banquetes. Además de Jenofonte, otros autores, como Platón, Plutarco y Ateneo de Naucratis tienen obras de este tipo.

El mundo romano ha sido retratado en infinidad de películas, algunas de ellas ya clásicas, como Cleopatra de Joseph L. Mankiewicz, Quo Vadis, de Mervyn LeRoy, o, más recientemente, Gladiador, de Ridley Scott. En general, los romanos eran mucho más parecidos a nosotros que los griegos. Incluso la forma de algunas de nuestras ciudades y casas deriva del trazado urbano y arquitectónico de la antigua Roma. Como sea, eso no quiere decir que siempre que pensemos en los romanos vayamos más allá de la idea consabida de que eran excelentes militares u oradores.

¿No te interesa saber cómo eran sus casas de campo, cómo se arreglaban o cómo coqueteaban? Te invitamos a dar un paseo por el mundo romano. Serás un ciudadano común y corriente. Para que estés en condiciones de enfrentar el mundo antiguo, te sugerimos que calientes un poco. Repasa la teoría resolviendo algunas actividades y cuestionarios antes de dar los primeros pasos.

Relaciona los casos con la función sintáctica que les corresponde:

CASO

nominativo
genitivo
dativo
acusativo
vocativo
ablativo

FUNCIÓN
SINTÁCTICA
EJEMPLO LATÍN
(singular y plural)
TRADUCCIÓN DEL EJEMPLO LATÍN

sujeto servus
servi
el siervo
los siervos
complemento adnominal servi
servorum
del siervo
de los siervos
objeto
indirecto
servo
servis
para el siervo
para los siervos
objeto
directo
servum
servos
(a) el siervo
(a) los siervos
sujeto
exclamado
serve
servi
¡oh, siervo!
¡oh, siervos!
complemento circunstancial servo
servis
con el siervo
con los siervos

¡Vas muy bien!

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Responde a las siguientes preguntas (presiona la opción que consideres correcta):

1. ¿Por qué decimos que el latín es una lengua de flexión?

2. ¿Qué es "declinar un nombre"?

3. ¿Qué es un caso?

4. ¿Cuántos y cuáles casos tiene el latín?

5. ¿Qué es un accidente gramatical?

6. ¿Cuáles son los accidentes gramaticales de los nombres latinos?

7. ¿Cuáles son los accidentes gramaticales de los verbos?

8. ¿Cuántos y cuáles números tiene el latín?

9. ¿Cuántos y cuáles géneros tiene el latín?

10. ¿Cuántas declinaciones tiene el latín?

11. ¿Por qué es importante conocer el genitivo singular latino?

12. ¿Por qué es importante saber formar los acusativos latinos?

¡Muy bien!
No, esa sería la definición de una lengua analítica.
Si respondiste esto, estás medio perdido. Te sugerimos que repases este objeto desde el principio.
No, eso sería hacer un análisis morfológico.
¡Exactamente!
No. Recuerda que los que se conjugan son los verbos, no los nombres.
¡Muy bien!
No, eso sería otro accidente gramatical: el número.
No, eso sería otro accidente gramatical: el género.
¡Ups! Te equivocaste, pero tampoco estás delirando. El locativo existía en el indoeuropeo. Era un caso que equivalía a la función sintáctica específica de complemento circunstancial de lugar. Pero se perdió con el tiempo.
¡Muy bien! El latín tiene seis casos: uno más que el griego, el ablativo. Este caso expresa la función de complemento circunstancial.
No. Eso sería en griego. El latín tiene más casos.
¡Muy bien!
No, eso sería, precisamente, una declinación.
No, eso sería la conjugación de un verbo.
Muy bien. Tanto en griego como en latín, los nombres (adjetivos y sustantivos) tienen estos tres accidentes gramaticales.
No. El tiempo es un accidente gramatical propio de los verbos, no de los nombres. ¿Como pondrías el sustantivo "casa" en pasado?
¡Ups! Pon atención. La persona (yo, tú, él, nosotros, ustedes, ellos) es un accidente gramatical propio de los verbos (y de algunos poquísimos pronombres).
Esto es, más que incorrecto, impreciso. Los verbos no tienen casos. Sólo los participios griegos y latinos pueden declinarse, pero eso es porque morfológicamente, funcionan como adjetivos. No te preocupes mucho por esto. En general, considera que los verbos latinos no tienen caso.
Esto es, más que incorrecto, impreciso. Los verbos no tienen géneros. Sólo los participios griegos y latinos pueden estar en masculino, femenino o neutro, pero eso es porque morfológicamente, funcionan como adjetivos. No te preocupes mucho por esto. En general, considera que los verbos latinos no tienen género.
¡Exacto! Estos son los accidentes gramaticales de los verbos latinos.
Muy bien. Al igual que el español, el latín sólo tiene dos números: singular y plural.
No, eso sería en griego.
¡Te fuiste muy lejos! Sólo algunas pocas lenguas de Nueva Guinea tienen el número trial (que se refiere a conjuntos de tres elementos).
Eso es en español. El latín tiene más géneros.
¡Muy bien! Al igual que el griego, el latín tiene tres géneros.
¡Ups! El género mixto no existe. ¡Quizá te convenga ponerte a estudiar!
¡Te estás confundiendo con el griego! El latín tiene más declinaciones.
No. Andas medio perdido. ¡Repasa un poco antes de aventurarte en el mundo griego!
Exacto. El latín tiene cinco declinaciones.
No, el caso del sujeto es el nominativo.
Exacto. Quitándole la terminación al genitivo singular de los nombres latinos, obtienes la raíz, a partir de la cual se forman los otros casos, así como las palabras compuestas y derivadas. Es importante que sepas reconocer los genitivos de las cinco declinaciones.
No. El caso del que provienen nuestras palabras de origen latino es el acusativo (el caso que expresa la función de objeto directo).
Muy bien: por eso es importante que sepas formar los acusativos latinos en cada una de las cinco declinaciones. Lo practicarás cuando estudies el enunciado.
¡Ups! La función sintáctica de complemento circunstancial se expresa mediante el caso ablativo.
siguiente

¡Muy bien!

¿Estás listo para enfrentarte con el mundo romano?

¡Que disfrutes el viaje!

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¿Te imaginas cómo era la vida en la Roma Imperial? Para los primeros dos siglos de nuestra era, Roma era ya una ciudad de considerable tamaño, con una vida plenamente urbana. Los ciudadanos, cuando no eran acomodados como para tener grandes casas para ellos solos, se apiñaban en edificios de hasta cinco o seis pisos.

Sus tribulaciones eran más o menos parecidas a las que padecemos hoy en las grandes ciudades. ¡Asómate por aquí a algunas de ellas!

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¡Recuerda cómo funcionan las declinaciones latinas! Toca las palabras latinas para ver sus traducciones y luego vuelve al ejercicio para practicarlas.

Función sintáctica Caso Singular Plural
sujeto NOMINATIVO canis el perro canes los perros
complemento adnominal GENITIVO canis del perro canum de los perros
objeto indirecto DATIVO cani para el / al perro canibus para los / a los perros
objeto directo ACUSATIVO canem el / al perro canes los / a los perros
sujeto exclamado VOCATIVO canis ¡perro! canes ¡perros!
complemento circunstancial ABLATIVO cane con / en el perro canibus con / en los perros
Continuar
cuarteaduras tejas Roma cabeza dientes rapiña sueños urbe cosas amigos
Para empezar, muchas de las construcciones son precarias. Si rentas un departamento, es posible que vivas constantemente con miedo de un derrumbe. Los propietarios no suelen invertir mucho en sus inmuebles y se limitan a reforzar las cuarteaduras () con frágiles pilares.
Si tu edificio no se derrumba, nada impide que se incendie. Preocúpate, sobre todo, si vives en el piso más alto, bajo las tejas () donde anidan las palomas. Serás el último en enterarte y el último en arder.
Supongamos que, haciendo a un lado esas preocupaciones, logras conciliar el sueño. ¡A ver cuánto tiempo logras permanecer dormido! Las calles de Roma () están lejos de ser silenciosas. Por la noche transitan los carros, que tienen prohibido circular de día. Con frecuencia los carros se atoran por lo angosto de las calles, con los consabidos gritos de sus conductores. En Roma sólo los ricos pueden dormir.
Para quien circula por la noche, hay tantos riesgos como ventanas abiertas. De ellas con frecuencia caen jarrones que, al golpear el pavimento, abren enormes hoyos. ¿Te imaginas si te caen en la cabeza ()? Algunos recomiendan hacer un testamento antes de salir de casa.
Si no te mata un jarrón, igual puedes encontrarte con un bando de borrachos agresivos. Más te vale ir acompañado y con un buen número de antorchas para que te tengan respeto. Si vas sólo y a oscuras, prepárate para recibir una buena paliza. Las cosas se pueden poner verdaderamente feas. Quizá incluso supliques que te permitan volver a casa con algunos dientes ().
Y eso que no hemos mencionado la rapiña (). Abunda. Da lo mismo si cierras todas las ventanas con cerrojos y postigos. Los ladrones se las ingenian para entrar, y, si no te roban adentro, te asaltan afuera, espada en mano.
Al día siguiente, cuando despiertes, dejando atrás las dulces ilusiones de los sueños (), ¡ten cuidado al salir a la calle! Aunque no circulen carros, hay un gran tránsito de personas. Si eres rico, puedes viajar en una litera, protegido del bullicio por cortinillas que te permitirán leer, escribir y hasta dormir en su interior.
Pero, si eres pobre, tendrás que ingeniártelas a pie. Entre los transeúntes hay gente de todos los rincones del mundo conocido, tracios, sármatas, egipcios, árabes, etíopes y un amplio etcétera. Es una verdadera ola de gente por las calles de la urbe (). ¡Cuidado con los pisotones de los soldados, que llevan clavos en las suelas de las sandalias!
Para colmo, muchos de esos peatones van cargando cosas (). Debes andar atento para que no te golpeen la cabeza con vigas, palos o jarras de vino.
Por todo esto, los ricos buscan la primera oportunidad para irse a sus casas de campo, cuando las obligaciones de la vida política les dan una tregua. Algunos de ellos invitan a los amigos () a pasar allí unos días, lejos del mundanal ruido. Si alguno te invita, disfruta el viaje. De lo contrario, resígnate y toma tus precauciones.
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rima, ae, f. = cuarteadura
sustantivo femenino
primera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto rima rimae
genitivo Complemento adnominal rimae rimarum
dativo Objeto indirecto rimae rimis
acusativo Objeto directo rimam rimas
vocativo Sujeto exclamado rima rimae
ablativo Complemento circunstancial rima rimis
tegula, ae, f. = teja
sustantivo femenino
primera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto tegula tegulae
genitivo Complemento adnominal tegulae tegularum
dativo Objeto indirecto tegulae tegulis
acusativo Objeto directo tegulam tegulas
vocativo Sujeto exclamado tegula tegulae
ablativo Complemento circunstancial tegula tegulis
Roma, ae, f. = Roma
sustantivo femenino
primera declinación
caso función sintáctica singular
nominativo Sujeto Roma
genitivo Complemento adnominal Romae
dativo Objeto indirecto Romae
acusativo Objeto directo Romam
vocativo Sujeto exclamado Roma
ablativo Complemento circunstancial Roma
caput, capitis, n.= cabeza
sustantivo neutro
tercera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto caput capita
genitivo Complemento adnominal capitis capitum
dativo Objeto indirecto capiti capitibus
acusativo Objeto directo caput capita
vocativo Sujeto exclamado caput capita
ablativo Complemento circunstancial capite capitibus
dens, dentis, m. = diente
sustantivo masculino
tercera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto dens dentes
genitivo Complemento adnominal dentis dentium
dativo Objeto indirecto denti dentibus
acusativo Objeto directo dentem dentes
vocativo Sujeto exclamado dens dentes
ablativo Complemento circunstancial dente dentibus
raptus, us, m. = rapiña
sustantivo masculino
cuarta declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto raptus raptus
genitivo Complemento adnominal raptus raptuum
dativo Objeto indirecto raptui raptibus
acusativo Objeto directo raptum raptus
vocativo Sujeto exclamado raptus raptus
ablativo Complemento circunstancial raptu raptibus
somnium, ii, n. = sueño
sustantivo neutro
segunda declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto somnium somnia
genitivo Complemento adnominal somnii somniorum
dativo Objeto indirecto somnio somniis
acusativo Objeto directo somnium somnia
vocativo Sujeto exclamado somnium somnia
ablativo Complemento circunstancial somnio somniis
urbs, urbis, f. = urbe
sustantivo femenino
tercera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto urbs urbes
genitivo Complemento adnominal urbis urbium
dativo Objeto indirecto urbi urbibus
acusativo Objeto directo urbem urbes
vocativo Sujeto exclamado urbs urbes
ablativo Complemento circunstancial urbe urbibus
res, rei, f. = cosa
sustantivo femenino
quinta declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto res res
genitivo Complemento adnominal rei rerum
dativo Objeto indirecto rei rebus
acusativo Objeto directo rem res
vocativo Sujeto exclamado res res
ablativo Complemento circunstancial re rebus
amicus, i, m. = amigo
sustantivo masculino
segunda declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto amicus amici
genitivo Complemento adnominal amici amicorum
dativo Objeto indirecto amico amicis
acusativo Objeto directo amicum amicos
vocativo Sujeto exclamado amice amici
ablativo Complemento circunstancial amico amicis
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¿Sobreviviste?

Tu recorrido por las calles de Roma está tomado directamente de la tercera sátira de Juvenal (60-128 de nuestra era), un autor bastante quejumbroso, como habrás podido ver. Gracias a sus quejas, sin embargo, conocemos estos detalles de la vida urbana, que hoy en día son preciosos.

Aunque los romanos se jactaban de ser sencillos en su arreglo personal, la verdad es que, tanto hombres como mujeres, invertían mucho tiempo a su apariencia física y soportaban múltiples sufrimientos para estar a la moda.

En esta actividad serás primero un tonsor y luego una ornatrix. ¿Quieres saber qué es eso? Sigue adelante.

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barberia tijeras hombres ciudadano barbero peluca mujeres ojos dientes colores
Eres un tonsor. ¿Qué es eso? Pues la traducción más cercana sería "barbero". Los hombres romanos acuden a ti para que te encargues de su pelo, barba y cara, en general. Para ello tienes una barbería () donde los que no pueden pagarse tonsores privados hacen fila por la mañana esperando que los atiendas. Es un lugar perfecto para enterarse de los últimos chismes.
Lo primero que haces es peinar a tu cliente. Lo haces con unas tijeras () de fierro que por lo general están muy mal afiladas, así que el pelo suele quedar disparejo. Para disimular los defectos del corte, rizas las puntas del pelo con un tubito de metal caliente. Muchos clientes pedirán que les pintes y les perfumes el cabello.
Luego lo más importante: en la Roma Imperial los hombres () están obsesionados por rasurarse. Si pueden, se rasuran diario. Como nadie se rasura a sí mismo, ésta es tu ocupación principal. Le rasuras el rostro al cliente con navajas que nunca tienen suficiente filo. No lubricas la piel con nada, más que con agua, así que el pobre cliente suele quedar bastante irritado.
Como ves, el trabajo del tonsor es delicado y riesgoso. Si no tienes buenas manos, puedes cortar, quemar e incluso desfigurar al ciudadano () que te confíe el cuidado de su rostro. En las cortes romanas abundan las demandas contra tonsores que dejaron en las mejillas de sus clientes horribles cicatrices.
Al final le aplicarás maquillaje. ¡No te asustes, barbero ()! Es de lo más normal que los hombres en Roma se maquillen. Si el cliente tiene imperfecciones en el rostro, le pegarás encima pequeños lunares falsos de tela. No te excedas. Si le pegas al hombre demasiados lunares, se burlarán de su mal gusto.
Ahora pasemos a los aposentos femeninos. Eres una ornatrix, una especie de estilista de la Antigüedad. Lo mejor que te podría pasar sería que tu patrona fuera calva. Así bastaría con ponerle trenzas postizas, o de plano una peluca (). Las hay rubias y negras, estas últimas hechas de pelos importados de la India.
Pero si tu patrona no es calva, tendrás que peinarla con esmero. No se trata de una tarea fácil, porque los peinados de las mujeres () en Roma son complicadísmos: altos, llenos de trenzas y rizos y diademas.
Luego de peinar a la señora, tendrás que depilarla y pintarla. Aplícale una base blanca en la frente y los brazos, hecha de gis y albayalde. El toque de rubor en mejillas y labios puede lograrse con borra de vino. Delinéale los ojos () con hollín.
Al final, pásale el frasquito lleno de cuerno molido para que se pula los dientes (). Así lucirá una sonrisa blanca y limpia. Y listo. Esto bastará para el resto de la mañana. Por la tarde la matrona se dará un baño y habrá que hacerlo todo de nuevo.
Antes de irte, debes ayudar a tu patrona a ponerse las joyas: aretes, brazaletes, tobilleras, collares y anillos. Cuando termines, las camareras la ayudarán a vestirse con ropa de colores () brillantes y bordados lujosos.
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tonstrina, ae, f. = barbería
sustantivo femenino
primera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto tonstrina tonstrinae
genitivo Complemento adnominal tonstrinae tonstrinarum
dativo Objeto indirecto tonstrinae tonstrinis
acusativo Objeto directo tonstrinam tonstrinas
vocativo Sujeto exclamado tonstrina tonstrinae
ablativo Complemento circunstancial tonstrina tonstrinis
forfex, forficis, f. = par de tijeras
sustantivo femenino
tercera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto forfex forfices
genitivo Complemento adnominal forficis forficum
dativo Objeto indirecto forfici forficibus
acusativo Objeto directo forficem forfices
vocativo Sujeto exclamado forfex forfices
ablativo Complemento circunstancial forfice forficibus
vir, viri, m. = hombre (varón)
sustantivo masculino
segunda declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto vir viri
genitivo Complemento adnominal viri virorum
dativo Objeto indirecto viro viris
acusativo Objeto directo virum viros
vocativo Sujeto exclamado vire viri
ablativo Complemento circunstancial viro viris
civis, is, m. = ciudadano
sustantivo masculino
tercera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto civis cives
genitivo Complemento adnominal civis civium
dativo Objeto indirecto civi civibus
acusativo Objeto directo civem cives
vocativo Sujeto exclamado civis cives
ablativo Complemento circunstancial cive civibus
tonsor, tonsoris, m. = barbero
sustantivo masculino
tercera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto tonsor tonsores
genitivo Complemento adnominal tonsoris tonsorum
dativo Objeto indirecto tonsori tonsoribus
acusativo Objeto directo tonsorem tonsores
vocativo Sujeto exclamado tonsor tonsores
ablativo Complemento circunstancial tonsore tonsoribus
capillamentum, i, n. = peluca
sustantivo neutro
segunda declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto capillamentum capillamenta
genitivo Complemento adnominal capillamenti capillamentorum
dativo Objeto indirecto capillamento capillamentis
acusativo Objeto directo capillamentum capillamenta
vocativo Sujeto exclamado capillamentum capillamenta
ablativo Complemento circunstancial capillamento capillamentis
mulier, is, f. = mujer
sustantivo femenino
tercera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto mulier mulieres
genitivo Complemento adnominal mulieris mulierum
dativo Objeto indirecto mulieri mulieribus
acusativo Objeto directo mulierem mulieres
vocativo Sujeto exclamado mulier mulieres
ablativo Complemento circunstancial muliere mulieribus
oculus, i, m. = ojos
sustantivo neutro
segunda declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto oculus oculi
genitivo Complemento adnominal oculi oculorum
dativo Objeto indirecto oculo oculis
acusativo Objeto directo oculum oculos
vocativo Sujeto exclamado ocule oculis
ablativo Complemento circunstancial oculo oculi
dens, dentis, m. = diente
sustantivo masculino
tercera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto dens dentes
genitivo Complemento adnominal dentis dentium
dativo Objeto indirecto denti dentibus
acusativo Objeto directo dentem dentes
vocativo Sujeto exclamado dens dentes
ablativo Complemento circunstancial dente dentibus
color, is, m. = color, tinte
sustantivo masculino
tercera declinación
caso función sintáctica singular plural
nominativo Sujeto color colores
genitivo Complemento adnominal coloris colorum
dativo Objeto indirecto colori coloribus
acusativo Objeto directo colorem colores
vocativo Sujeto exclamado color colores
ablativo Complemento circunstancial colore coloribus
avanzar

Esperamos que hayas disfrutado tus labores como tonsor y ornatrix.

Como ves, la vanidad ha existido siempre, aunque en cada época se traduce de manera distinta. Ahora tienes una idea más cercana de cómo lucían los rostros de los romanos y romanas en la época imperial. Vuelve siempre que quieras practicar tus habilidades.

Si te interesan estos temas, te recomendamos la lectura del libro La vida cotidiana en Roma en el apogeo del Imperio de Jérôme Carcopino, de donde extrajimos esta información.